Estás trabajando en Madrid, pero tu familia vive fuera. Un día, avisando o no, te hacen una visita. ¿Sabes ya a dónde vas a llevarles cuando ocurra? Hoy te mostramos unos pocos sitios en el centro de Madrid, gratuitos, a los que llevar a tu familia tanto si lo habéis programado como si se plantan sin avisar.
Plaza Mayor
Esta plaza, que data del siglo XVI, es lo suficientemente amplia como para que incluso se organicen conciertos en ella. Sin embargo, es mejor visitarla por las mañanas. Hará menos calor y no habrá tanta gente haciendo fotos a sus fachadas.
Ahora está particularmente bonita, ya que hace tiempo que las obras que cubrían parte de su fachada terminaron. Pasear entre sus arcos quizá nos salga algo menos asequible por el precio de los comercios allí alojados, pero merecerá la pena para ver la construcción de más de cinco siglos.
Puerta del Sol
Justo al lado de la Plaza Mayor se encuentra la Puerta del Sol, el centro de Madrid y de España, y que guarda con celo la baldosa «Origen de las carreteras radiales». La primera placa, colocada en 1950, conmemoraba el uso de Sol como el kilómetro cero de los seis itinerarios postales radiales de 1720 (hoy autopistas). La original no puede ser pisada, pero en 2009 se instaló una nueva casi idéntica sobre la que hacerse fotos.
Junto a la placa se encuentra la Real Casa de Correos, de segunda mitad del siglo XVIII (el edificio más antiguo de la Puerta del Sol). Hoy día se conoce el edificio por el reloj que anuncia las 12 campanadas de fin de año.
Paseo de la Castellana y Parque del Retiro
Cerca de la Puerta de Sol se encuentra una de las calles más conocidas de Madrid: el Paseo de la Castellana. Cuando el sol empieza a levantarse, las calles del centro se calientan demasiado, y es mejor buscar refugio bajo los árboles. En la Castellana hay una larga línea de ellos de paseo, pero si lo que se quiere es sumergirse en la naturaleza, lo mejor es el Retiro.
Y quizá comer por allí (pese al precio) en alguno de los puestos que hay junto al estanque grande. Y también es un buen lugar para hacer la digestión e incluso tumbarse si el tiempo lo permite.
Museo el Prado y Jardín botánico
Están muy cerca de una de las salidas del Retiro, uno frente a otro. Tanto uno como otro tienen poca afluencia después de comer, y es el momento perfecto para perderse en siglos de pintura o entre millares de plantas de todos los rincones del mundo.
Incluso se pueden visitar ambos durante un par de horas cada uno, aunque ninguno de los dos podrá ser visto en tan poco tiempo. El Museo Nacional del Prado ha sido catalogado como uno de los más importantes del mundo por sus iguales, y el Real Jardín Botánico sigue hoy a la vanguardia científica con sus trabajos.
Gran Vía de Madrid
Por la tarde se puede pasear de vuelta al centro por la calle de la Gran Vía, la calle céntrica más joven. En esta calle hay multitud de comercios que visitar, se compre o no, y todo tipo de locales para merendar o tomar algo a media tarde.
Y también hay terrazas y restaurantes donde relajarse con una buena cena, quizá en la Plaza de Callao o en alguno de sus edificios colindantes. Incluso podemos avanzar hacia Plaza de España para hacer lo propio.
El templo de Debod
El templo de Debod es una de esas visitas obligadas de la capital. ¿Cuándo fue la última vez que contemplaste un templo egipcio? Además de asomarnos a sus múltiples barandillas y miradores, que hay que tener en cuenta especialmente cuando anochece.
Es entonces cuando el templo se ilumina con enormes focos y se realizan grandes fotos de la noche madrileña. Tanto si la persona que viene es tu pareja, un amigo o tus padres, el Templo de Debod es uno de los lugares más bellos con los que cerrar un día de viaje, antes de volver al apartamento.
Imágenes | Plaza Mayor de Madrid, Kilómetro 0, Estanque del Retiro, Museo del Prado, Gran Vía de Madrid, Templo de Debod
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