Descubrir los centenarios árboles de Madrid es una interesante forma de recorrer algunos de los parques y jardines emblemáticos de la ciudad. Te proponemos una ruta por el Madrid botánico que te va a permitir pasear y entender la capital con una mirada diferente, seas o no de aquí.
Madrid alberga un buen número de parques y jardines interesantes, entre ellos y por encima de todos, el Parque de El Retiro y el Real Jardín Botánico. Pero también hay algunos otros con mucha historia a sus espaldas, como el Parque del Oeste, la Casa de Campo y la Quinta de la Fuente del Berro, entre los más céntricos.
Te contamos las singularidades de algunos de los parques más céntricos, y a continuación la historia de los árboles de Madrid más singulares, y su localización:
Parques y jardines de Madrid
El parque de El Retiro es el parque de Madrid por excelencia. Se trata de un jardín histórico artístico del siglo XVII con más de 15.000 árboles, que ha tenido diferentes intervenciones a través de las épocas, y de ahí la diversidad de espacios: el Parterre francés (el primero que se realizó), el estanque grande, el Campo Grande, los jardines de Cecilio Rodríguez con cipreses, setos de boj y La Rosaleda, los jardines del Arquitecto Herrero Palacios, que albergaban la antigua Casa de Fieras, el Bosque del Recuerdo…
El Real Jardín Botánico es la otra joya vegetal de Madrid. Está dividido en cuatro terrazas para salvar el desnivel. A la primera se accede por la puerta de Murillo, y es donde hay colecciones de plantas ornamentales, la rosaleda, la huerta, colecciones de frutales y de plantas medicinales y aromáticas. La segunda terraza está organizada por escuelas botánicas, y siguiendo la senda se puede recorrer todo el reino vegetal, desde las plantas más primitivas, como los helechos, a las más evolucionadas. La tercera terraza alberga un jardín romántico con rosas clair matin, glicinias, mirtos, laureles y tejos. También glorietas como la de los castaños de indias, la de los plátanos y la de los tilos. También están aquí los invernaderos. La cuarta terraza corresponde al talud de Alfonso XII, una moderna terraza ajardinada, también llamada Terraza de los Laureles.
El Parque del Oeste, cercano a la Ciudad Universitaria, ha tenido diferentes intervenciones también. La zona histórica está situada al Norte, y es la de más interés. Dispone de la muy visitada Rosaleda, con 20.000 rosales de 650 variedades. En cuanto a los más majestuosos árboles de Madrid que se encuentran aquí, citar un Cedro (Cedrus atlántica), llamado El Abuelo, catalogado como árbol singular, un imponente Ginkgo biloba y las choperas de Populus nigra.
La Casa de Campo fue inicialmente un Real Sitio en el que la Monarquía cazaba y se solazaba. De la vegetación de este gran pulmón verde de Madrid, destacan encinares, fresnedas, olmedas, retamares y repoblaciones de pinos y arizónicas.
La Quinta de la Fuente del Berro es también un jardín histórico-artístico de origen aristocrático y ligado a la realeza. Tiene cuatro árboles singulares: un ciprés, un cedro del Líbano, un cedro de Portugal y un enebro de Siria. Todos tienen más de 20 metros de altura (excepto el enebro de Siria), y entre 80 y 100 años.
Árboles singulares en la ciudad de Madrid
Seguir la senda de los árboles de Madrid más longevos y singulares es una forma diferente de recorrer la ciudad si ya conoces muchos de sus lugares fetiche. Esta propuesta te permite recorrer los parques de El Retiro, el jardín botánico y también algunos rincones menos conocidos donde se encuentran algunos ejemplares escondidos, y quizá por eso supervivientes. Vamos a ver cuáles…
El Madroño de la plaza de la Lealtad
El oso y el madroño son los símbolos del escudo de Madrid. Los madroños son árboles que fueron abundantes en la ciudad antes de que las temperaturas se desplomaran a finales de la Edad Media. No fue hasta el siglo XIX que volvió a proliferar esta especie en la ciudad, al comenzar un ciclo de temperaturas más benignas.
A pesar de que los madroños son arbolillos de poca talla que apenas llegan a los cien años, este ejemplar, junto al hotel Ritz y muy cerca del monumento al soldado español desconocido, es un ejemplar grandioso, al que ha habido que poner bastones para sujetar sus ramas más pesadas.
El árbol más longevo de Madrid: el ahuehuete del Parque del Retiro
Es el árbol más viejo de Madrid, pues se plantó nada menos que en 1632, por lo que forma parte del Catálogo de árboles singulares de la Comunidad autónoma. También llamado Ciprés mexicano, ciprés calvo o sabino, su nombre botánico es taxodium mucronatum. Se encuentra junto al Casón del Buen Retiro, en la zona del Parterre, cercano a la puerta de Felipe IV del Parque de El Retiro.
Es de origen mexicano, pero se adaptó bien a Madrid. Tiene un primo en Aranjuez, que data del siglo XVIII, más grande, pero no tan hermoso como este. Es de los pocos ejemplares arbóreos supervivientes a la guerra de la Independencia en el Retiro, se dice que porque los franceses amartillaron artillería para luchar contra los insurgentes. Y es aún un ejemplar joven, porque esta especie puede sobrevivir hasta 2.000 años… Recomendable visitar en otoño cuando las hojas adquieren tonos espectaculares.
El pino centenario de la Rosaleda del Retiro
El pino más alto, y uno de los más longevos de Madrid, se encuentra en el parque de El Retiro. Es un pino carrasco (pinus halepensis) de más de 35 metros de altura y 220 años, cerca ya del límite de lo que suelen vivir estos ejemplares.
El Arce plateado de El Retiro
Con sus más de 20 metros, el arce plateado (Accer saccharinum) de los Jardines de Cecilio Rodríguez, junto al Casón del Buen Retiro, está incluido en el Catálogo de árboles singulares de Madrid. Originario de Norteamérica y famoso por su savia dulce, con la que se fabrica jarabe de arce, no es común por estos lares. Hay dos ejemplares en estos jardines, y algún otro en la calle Ferraz y en el Parque Juan Carlos I.
El tejo del Palacio de Velázquez
Este ejemplar de Taxus baccata está situado en el parque de El Retiro, junto al Palacio de Velázquez. Para los científicos, los tejos son una rareza botánica, que ya apenas se encuentran en masas boscosas (tejedas), sino casi siempre en solitario. Se trata de un árbol misterioso, ligado a leyendas, que produce un “falso fruto” rojo de sabor dulce, la única parte del árbol no venenosa. La razón por la que da esta carcasa carnosa llamada arila es que los pajarillos puedan comerlo y esparcir sus semillas.
La encina de la calle Amaniel
Y otro ejemplar arbóreo que bien merece tu visita es este ejemplar de encina o Quercus ilex, de más de 300 años, y único superviviente de una dehesa que se extendía por el oeste la actual Dehesa de la Villa. Servía para alimentar al ganado que surtía de carne a Madrid. Después fue cediendo terreno a los huertos, sucumbió ante el crecimiento de la ciudad, y finalmente no quedó más que esta encina, situada en el jardín de la antigua Universidad Central, en la calle Amaniel.
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1 comentario en «Árboles de Madrid: Una ruta botánica por parques y jardines»
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