Si no es nuestra primera vez en los Apartamentos Madrid Plaza, puede que queramos conocer algo más de la capital. Desde la cercana estación de Cercanías de Sol, podemos coger un tren que en menos de una hora nos dejará en alguna de las tres localidades Patrimonio de la Humanidad de la Comunidad de Madrid.
Solo tendremos que decidir si queremos ir al este (Alcalá de Henares), al oeste (San Lorenzo del Escorial) o al sur (Aranjuez). Si lo preferimos, también podemos ir en autobús o en nuestro vehículo particular.
Qué visitar a menos de una hora de Madrid
Alcalá de Henares
Alcalá de Henares es una de las ciudades más pobladas de la Comunidad de Madrid. Con orígenes en la Complutum romana, se trata también de una de las ciudades con mayor historia de la provincia. De hecho, antes de la ciudad romana había ya un asentamiento celtíbero llamado Ikesankom Kombouto o Iplacea. Aun así, fue la fundación de Complutum la que consiguió que la ciudad se convirtiera en una de las principales ciudades del interior peninsular, como podemos ver en su popular Museo Arqueológico.
A pesar de su larga historia, tenemos que ir hasta el siglo XV para descubrir lo que le convirtió en una de las nueve ciudades de España Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: su Universidad. El recinto histórico de la misma, hoy con una pequeña parte reconvertido en un Parador Nacional, es la visita más importante que tendremos que hacer en la escapada.
Fundada en 1499, se trata una de las universidades más antiguas de España y la más prestigiosa durante siglos junto a la Universidad de Salamanca. Por sus aulas pasaron alumnos tan importantes en las letras hispanas como Francisco Quevedo, San Juan de la Cruz, Calderón de la Barca, Lope de Vega o Tirso de Molina.
Alcalá también es conocida por ser la localidad de nacimiento de Miguel de Cervantes, nuestro escritor más internacional. En la ciudad podremos visitar el Museo Casa Natal de Cervantes, en la vivienda donde residió el escritor de El Qujote para que conozcamos de primera mano cómo eran las viviendas en su época.
Si somos golosos, no podemos dejar la visita sin comer las famosas rosquillas de Alcalá y las riquísimas costradas.
San Lorenzo del Escorial
Una de las primeras cosas que tenemos que saber al llegar a El Escorial es que desde el siglo XIX estamos ante dos localidades independientes: El Escorial propiamente dicho, donde se sitúa la estación de Cercanías y San Lorenzo del Escorial, donde se sitúa el Monasterio y Real Sitio de San Lorenzo del Escorial, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984.
Desde la estación de tren de El Escorial solo tendremos que atravesar La Casita del Príncipe, jardines y un palacete de recreo construido por Juan de Villanueva para Carlos IV en el siglo XVIII. Los jardines son de acceso gratuito y el palacete puede visitarse junto a la entrada del Monasterio en diferentes visitas guiadas.
Tras dejar estos preciosos jardines podremos llegar hasta el Real Monasterio de El Escorial, el monumento más impresionante de la Comunidad de Madrid y máximo exponente de la grandeza de la dinastía de los Austrias en su momento más álgido.
Construido por el arquitecto renacentista Juan de Herrera, que creó su propia variación del estilo caracterizada por una gran sobriedad, el herrerismo, fue construido para Felipe II, el rey español con más poder de la historia, con una planta en forma de parrilla, ya que así fue como fue martirizado San Lorenzo.
Aunque toda la visita merece la pena, pudiendo ver la zona de residencia de los Austrias y la de los Borbones, hay otros dos lugares que merecen especial atención.
Por un lado, tenemos que destacar la biblioteca, una de las más bellas y con fondos más valiosas de todo el mundo. Por otra parte, también hay que destacar la cripta, donde descansan los restos de los diferentes reyes y reinas tanto de los Austrias como de los Borbones.
Como curiosidad, tampoco podemos dejar pasar la sala de los secretos o los susurros. Se trata de una pequeña habitación en el que la acústica hace que un susurro en una de las esquinas se escuche en las zonas más alejadas, mientras no se oye en la mayor parte de la habitación. La leyenda cuenta que fue utilizada por Juan de Herrera para hacerse pasar por un ángel y obligar al rey Felipe II a pagar los jornales atrasados de los obreros.
Aranjuez
Menos conocido que los dos anteriores destinos, tenemos que hablar de Aranjuez, la localidad más al sur de la Comunidad de Madrid. La misma línea de Cercanías que nos lleva a El Escorial, la C-3, nos lleva en sentido contrario hasta esta localidad.
En este caso, es el Paisaje Cultural de Aranjuez lo que ha conseguido la denominación de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se encuentran protegidos bajo esta denominación el casco antiguo de la ciudad, ordenado de forma geométrica, el Palacio Real de Aranjuez, el Jardín del Príncipe y el Jardín de la Isla.
El mérito de este paisaje cultural hay que encontrarlo en los reyes Carlos III y IV, que mandaron construir el Palacio actual sobre uno anterior de Felipe II y los jardines, así como granjas modelo para la práctica de la horticultura y la ganadería. Se trata de un lugar en el que se ve perfectamente la llegada de las nuevas ideas urbanísticas del siglo XVIII.
Alrededor del río Tajo, el más largo de la Península Ibérica, se sitúa este complejo palaciego de jardines, mucho menos conocido que El Escorial o La Granja de San Idelfonso, pero igualmente espectacular.
Si queremos una experiencia completa desde Madrid, Renfe pone en marcha cada primavera el tren de la fresa, que incluye las entradas al conjunto monumental y la degustación de esta fruta típica de la ciudad en el que fue el segundo recorrido ferroviario del país.